VALLADOLID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) –
UGT y CCOO han criticado el “pasotismo” y la “dejadez” de los hosteleros de Valladolid les han acusado de huir “como cobardes” a la hora de negociar el convenio colectivo del sector después de que a un acto de mediación acudieran representantes de la patronal sin “capacidad ni potestad” para tomar decisiones.
Así lo han expresado el secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios de CCOO, Luis Saez, y su homólogo de la Federación de Comercio, Hostelería, Turismo y Juego de UGT, Orlando Aranzana.
Los sindicatos han ofrecido una rueda de prensa después de la “larga cambiada” por parte de la patronal en la reunión ante el Servicio de Relaciones Laborales para mediar e intentar desbloquear la negociación del convenio y han expresado su sorpresa ante la representación de los hosteleros por parte de dos personas sin capacidad para decidir.
“Es una escenificación más en lo que en la negociación de este convenio sucede una y otra vez”, ha afirmado Aranzana, en la que se observa una “negación y cerrazón” en lo que pueden ser las pretensiones lógicas para negociar en un sector que cuenta con 10.000 trabajadores.
El escollo, según los sindicalistas, se centra no tanto en la diferencia salarial (reclaman un 1 y un 1,5 por ciento de subida este año y el siguiente) sino en que la representación de los empresarios de hostelería sólo quiere negociar aspectos que le interesan como la flexibilidad de cuatro semanas, eliminar del convenio los dos días de descanso consecutivos o quitar el complemento de manutención en caso de incapacidad temporal.
De hecho, Aranzana ha señalado que algunos de estos aspectos se podrían negociar, pero a cambio de una contraprestación y, sin embargo, han censurado que la patronal todo lo “envuelva” en la subida salarial.
Lo que los sindicatos han rechazado ha sido que ahora se trate de mantener en el convenio una cuestión que se introdujo en el anterior (con vigencia en 2014 y 2015) como descansar sólo un día y medio de forma continuada y no dos, algo que se hizo para poner “un granito de arena” ante la crisis y la pérdida de empleo, es decir, era algo “transitorio”.
“La situación vivida esta mañana es desconcertante”, ha señalado Sáez, quien cree que no es “normal” que el convenio se encuentre bloqueado, que haya una situación de enfrentamiento y que cuando hay una mediación se produzca esta escena.
DECLIVE DE LA ASOCIACIÓN
“Demuestra la catadura moral de la Asociación”, ha añadido, al tiempo que ha atribuido esta forma de actuar al “pleno declive” y la pérdida de asociados que registra, todo ello a pesar de que consideran que el primer cometido que deberían de tener es regular las condiciones laborales del sector y los trabajadores.
En este sentido, Sáez ha incidido en que, junto con Aranzana, lleva 16 años negociando este convenio y “jamás” se ha dado una situación de “dejadez y pasotismo”, que es “kafkiana”, con una Asociación “de pandereta” a la que le gusta la foto con el alcalde, con los concejales, los concursos de pinchos pero “realmente” cuando tienen que echar “agallas” y ponerse a negociar “lo que hacen es salir huyendo como cobardes”.
Así, han recordado que este jueves hay una nueva concentración en la Plaza de la Universidad en la que llaman a participar para demostrar la “frustración” y lo que sufren los trabajadores del sector y que la Asociación no cuenta ni con ellos ni con los empresarios.
Además, los sindicatos convocarán una huelga, para lo que presentarán la documentación necesaria el viernes, si no se desbloquea la situación antes que coincidirá con el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas Ciudad de Valladolid los días 7, 8 y 9 de noviembre.
Los sindicatos han advertido de que si la “estrategia” de la patronal este miércoles era ganar plazo para evitar que se convocara a tiempo “se han equivocado”.
Por otro lado, han agradecido el ofrecimiento de los mediadores para intentar seguir su labor el día 2 de noviembre fuera de las convocatorias “oficiales” como la de este miércoles.
Finalmente, Orlando Aranzana ha calificado de paradójico que los sindicatos tengan que “pegarse” en la calle para obtener una representatividad y “cuatro amigos y el del tambor” –en referencia a la Asociación de Hosteleros– valgan para negociar. “Son una banda”, ha agregado.