MÁLAGA, 28 Jul. (EUROPA PRESS) –
La riqueza gastronómica de la Costa del Sol es uno de sus grandes reclamos turísticos, una de las tendencias de turismo que están despuntando a la hora de planificar viajes. “La cocina está de moda y en la provincia de Málaga despunta su hostelería, respaldada por reconocimientos como las ocho estrellas Michelín con que cuenta el destino”, ha precisado al respecto el presidente de Turismo Costa del Sol, Elías Bendodo.
Además de la amplia cultura culinaria, la Costa del Sol cuenta con una variedad climatológica que permite que tierra y mar abastezcan a la provincia de Málaga de numerosos tipos de frutos y alimentos a lo largo de todo el año, según han informado desde la Diputación, a través de un comunicado.
“Desde los productos del mar hasta las frutas tropicales de la Axarquía o los frutos secos de la Sierra de Nieves, nuestro destino nos regala los mejores ingredientes para una cocina variada y única”, ha apostillado Bendodo.
Y con el verano y la temporada alta turística de la Costa del Sol, queda patente la atracción gastronómica que genera la provincia entre los que visitan el destino. Además de una enorme variedad de restaurantes de cocinas internacionales para ajustarse a las culturas y apetencias del comensal, la propia provincia cuenta con una gastronomía autóctona que es, con creces, la más demandada.
Así lo ha aseverado el presidente de Mahos, la Asociación de Hosteleros de Málaga, Jesús Sánchez. “El pescaíto frito es el más demandado: boquerones, jureles, sardinas y salmonetes cuentan con una enorme demanda”, ha añadido, aunque también otros alimentos del mar como el atún o el pulpo crecen en interés.
Además del espeto, principalmente de sardinas, símbolo del litoral de la provincia de Málaga, los arroces siguen siendo unos platos muy solicitados, así como la variedad de la fideuá, que va haciéndose hueco en el panorama gastronómico de la provincia.
Pero lo que más ha destacado Sánchez de los ingredientes y cocina malagueña “es su versatilidad: permite un maridaje con otras culturas gastronómicas que amplía considerablemente el abanico de recetas y variedades dentro de un mismo plato; no todas las cocinas tienen esa facilidad para someterse a una fusión”.
Además, compartiendo liderazgo indiscutible con el pescaíto frito, se hallan las sopas frías: la porra antequerana, los gazpachos y el ajoblanco, muy demandadas por turistas tanto nacionales como internacionales.
La fruta ocupa también un papel de indiscutible importancia en la gastronomía local. Mención merece el papel del aguacate, un producto propio de la comarca de la Axarquía, de calidad “suprema” gracias al clima de la zona. Este fruto genera tal demanda a niveles internacionales que a veces los establecimientos locales encuentran dificultades para adquirirlos en el destino.
Desde Turismo Costa del Sol también se han referido a los caldos, apuntando que el mundo de los vinos en la provincia de Málaga “va creciendo en la oferta y la forma de promoción, repercutiendo positivamente en la difusión de la cultura vinícola malagueña”.
Iniciativas como el enoturismo aportan un valor turístico al mundo de la vid, “que en la provincia de Málaga ha jugado desde siempre un importante papel histórico”.