Negó haber viajado a París con el A3 que estaba a su nombre
BARCELONA, 24 Ago. (EUROPA PRESS) –
Mohamed Aalla, detenido por ser el dueño del Audi A3 que se usó en el atentado de Cambrils (Tarragona), aseguró en su declaración ante los Mossos d’Esquadra que coincidía con el imán de Ripoll (Girona) Abdelbaki es Satty en la oración de los viernes pero que nunca participó en otras reuniones con él.
En declaraciones a Europa Press, el abogado que asistió a Aalla ante los Mossos, Jaume Caldés, ha explicado que su cliente niega cualquier participación en los atentados, en todo momento ha colaborado en la investigación, y además no se acordaba del nombre concreto del imán y solo coincidió con él unos meses.
Asimismo, indicó que no le constaba si sus hermanos Said y Youssef –el primero abatido en Cambrils y el segundo muerto en la explosión de Alcanar (Tarragona)– tenían contactos con el imán, ya que, según el abogado, los hermanos, aunque convivían en la misma casa, en la plaza Gran de Ripoll, no mantenían mucho contacto.
Al preguntársele si le sorprendía lo que habían hecho sus hermanos, Mohamed dijo: “Me sorprende, no lo entiendo, no me cabe en la cabeza”, siempre según el relato del letrado.
Sobre el A3, Aalla explicó que estaba a su nombre porque a él le salía más barato el seguro del coche que a Youssef, pero que en realidad lo llevaba su hermano y que él solo lo había usado “puntualmente” para ir a trabajar, negando que viajara a París con este coche.
Mohamed Aalla, que está casado y trabaja en el sector de la hostelería, aseguró a los Mossos que nunca había pisado la provincia de Tarragona, y que su hermano Youssef se marchó allí hace un mes y que no lo habían vuelto a ver, sin dar más explicaciones.
Cuando ocurrieron los atentados, estaba en una playa de Roses (Girona) con su esposa, y se entregó a la comisaría de Ripoll de los Mossos a primera hora del viernes después de ver las imágenes en los medios de su coche volcado en Cambrils, y según su abogado se sometió a las pruebas de ADN voluntariamente.
Este hermano Aalla, que lleva años viviendo en Catalunya, habla un castellano y catalán muy correctos y no tiene antecedentes, y según Caldés es un hombre “serio, centrado, muy correcto”, aunque le sorprendió su actitud fría en los interrogatorios.