SANTANDER, 27 May. (EUROPA PRESS) –
La baja cualificación de los jóvenes cántabros menores de 30 años es el mayor escollo para su empleabilidad, según el Informe del Mercado de Trabajo de Jóvenes 2017 de Cantabria con datos de 2016 realizado por el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
En este sentido, el 31% de los jóvenes en Cantabria está inscrito como desempleado en ocupaciones que para su desempeño requieren un nivel competencial básico o elemental, un 48% en el nivel siguiente que exige cualificación intermedia y en el que predominan los trabajadores del comercio y la hostelería, y el 21% restante en ocupaciones cualificadas.
Según el SEPE, la mayor dificultad a la que se ha de enfrentarse el colectivo es la baja cualificación y empleabilidad que actualmente presenta un importante porcentaje del mismo, por lo que recalca que “formación, experiencia y actitud son temas claves en el camino hacia el empleo”.
El estudio concluye que los jóvenes menores de 30 años ha sido uno de los más perjudicados por la crisis de empleo, pero también que es el colectivo más dinámico y con más capacidad de adaptación en Cantabria, de modo que es el que está asumiendo la mayor parte de trabajo temporal, el más presente y activo tanto en la movilidad geográfica como en la funcional, el más emprendedor y el que en buena medida está protagonizando el autoempleo.
Cantabria tiene 156.122 jóvenes menores de 30 años (el 26,8% de la población, cuando en España son el 30,2%). Del total de afiliados en situación de alta laboral, apenas el 11,12% pertenece a este colectivo, exactamente 22.650. Desde el inicio de la crisis a finales de 2007, el volumen de afiliación se ha reducido a más de la mitad (53,23%), siendo los varones los más afectados.
Entre los afiliados, más de dos de cada tres tiene 25 o más años. Trabajan mayoritariamente por cuenta ajena (sólo el 5,95% es trabajador por cuenta propia) y ambos lo hacen en un 82% en el sector servicios.
Los menores de 30 años realizaron durante 2016 el 30,68% de los contratos, un 27,23% menos que hace diez años. El SEPE explica que esto significa que el colectivo ha absorbido el grueso de la pérdida de contratación del mercado regional y consecuentemente el que en torno a 19.000 jóvenes menos participen de la contratación.
La mayoría de los contratos los firmaron jóvenes que en el mejor de los casos han finalizado la Educación Secundaria Obligatoria, lo que traduce en una contratación de escaso nivel competencial. Según este organismo, “una mejor formación marca la diferencia en positivo”. La hostelería y el comercio son las actividades más contratantes de jóvenes.
Tres modalidades de contratación acaparan el 98% de los contratos temporales –Eventual, Obra o Servicio e Interinidad– mientras que Prácticas y Formación se siguen usando muy poco. Se ha producido un incremento de la contratación a tiempo parcial en detrimento de la jornada completa.
Los jóvenes firman menos contratos indefinidos que el resto y participan intensamente de la movilidad geográfica, eso sí, con un saldo negativo de 6.000 contratos para Cantabria.
En definitiva, se ha producido una pérdida de volumen de contratos y de peso específico en el conjunto de la contratación, si bien algunos casos presentan datos de calidad mejores al resto de la población, más debido a su menor participación a que realmente sean mejores los indicadores, como es el caso de la rotación.
PARADOS
De los 44.019 parados registrados en Cantabria a finales de 2016, el 15,88% era menores de 30 años, en línea con el promedio en España (16,90%). Aunque desde el inicio de la crisis el paro registrado de los jóvenes ha pasado por diferentes estadios, siendo 2012 el año con mayor volumen (11.748), actualmente, con 6.700 en abril de 2017, tiende a acercarse a los valores anteriores a la crisis.
El promedio mensual de parados registrados fue de 7.287 personas, la mayoría mayores de 24 años, de los que el 51% son varones y el 49% restante mujeres, colectivo este último con mejor nivel formativo.
Un 17,65% lleva más de un año desempleado, en su mayoría hombres, si bien del total de beneficiarios de prestaciones por desempleo solo el 10,13% pertenece a este colectivo.
Teniendo en cuenta que el colectivo representa el 30,68% de la contratación, los grupos ocupacionales con mayor presencia fueron los servicios de restauración, personales, protección y vendedores, junto a las denominadas ‘Ocupaciones elementales’.
COMPARATIVA CON ESPAÑA
Aunque a grandes rasgos las diferencias entre el mercado laboral de los jóvenes en Cantabria y en España no son significativas, en Cantabria hay un 3,14% menos de afiliados, lo que equivale a más de 6.000 menos. La participación del colectivo en la contratación es también inferior 3,86 puntos porcentuales.
En Cantabria la estacionalidad es muy puntual y concentrada, mientras que en el conjunto es más suave en verano y vuelve a repuntar en octubre y marzo, con las campañas agrícolas como actividad diferencial.
En el conjunto del Estado el desempleo del colectivo es ligeramente superior (16,90). En Cantabria el dato de quienes demandan empleo por primera vez dentro del colectivo es inferior al de España, 21,30% y 24,82% respectivamente.