MURCIA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) –
Ante el inicio próximo de la Semana Santa, muchos son ya los ciudadanos que han contratado, o van a contratar, un viaje para estas fechas. Esta época suele ser propicia para el disfrute de los servicios de restauración y hostelería, dado que el buen tiempo suele acompañar.
Por ello, la Asociación Murciana de Consumidores y Usuarios ‘CONSUMUR’ ve necesario dar una serie de advertencias y recomendaciones a los consumidores y/o usuarios para evitar cualquier problema durante estas vacaciones.
Y es que, los precios de los servicios de restauración, hostelería y agencias de viaje, entre otros, son libres, así que, aunque en determinados casos parezcan abusivos por las fechas en las que nos encontramos, son legales siempre y cuando se encuentren reflejados en una lista de precios a la vista del público o se comuniquen previamente a la contratación de un viaje. Estos precios han de incluir el Impuesto sobre el Valor Añadido (I.V.A).
En estas fechas en que proliferan los establecimientos de restauración y alimentación ocasionales regentados por no profesionales, es importante extremar la vigilancia de las condiciones higiénicas de éstos, así como la calidad del servicio.
CONSUMUR aconseja a los consumidores que se aseguren de que los locales o puestos ambulantes a los que acudan tengan expuesta al público la debida licencia de apertura del Ayuntamiento del municipio y evite comprar en aquellos establecimientos que no reúnan este requisito.
Igualmente, hace un llamamiento a los empresarios de hostelería para que cumplan escrupulosamente con las medidas de higiene exigibles en los establecimientos, los alimentos y el personal que atiende a los consumidores. Asimismo, espera que los ayuntamientos intensifiquen las inspecciones durante estas fechas.
De este modo, las tapas preparadas deben estar expuestas en vitrinas frigoríficas, por lo que hay que desconfiar de la higiene y conservación de los platos que no se encuentren en estas condiciones, pues podrían resultar perjudiciales para la salud. Por otra parte, las personas que manipulan los alimentos deben no sólo poseer el correspondiente carné de manipulador, sino tomar las debidas precauciones higiénicas en el tratamiento de los productos.
Por otro lado, aconseja utilizar los servicios de empresas (hoteles, restaurantes, bares, agencias de viaje) adheridas al Sistema Arbitral de Consumo; y si se realiza un viaje en transporte público, guardar copia del billete, ya que es la prueba del contrato, y así, el usuario podrá tener derecho a exigir su cumplimiento en sus exactos términos.
Igualmente, revisar el vehículo si va a hacer un viaje largo; y si contrata un viaje con una agencia comprobar que el contrato contiene las condiciones generales de contratación. Los catálogos publicitarios tienen carácter contractual, por lo que es fundamental conservarlos para poder exigir que se cumplan sus derechos.
Al formalizar el contrato, las agencias están obligadas a entregar al usuario billetes o bonos de transporte, bonos de alojamiento correspondientes a los servicios contratados, así como una factura que indique el precio total abonado y en la que aparezcan desglosados el precio de cada servicio y el recargo por gastos de gestión, si los hubiera.
Por su parte, los consumidores y/o usuarios tienen derecho a exigir indemnizaciones si la categoría de los hoteles no concuerda con la contratada, tanto por el número de estrellas como por las prestaciones ofertadas en el contrato o en la publicidad.
Igualmente tienen derecho a reclamar si su distancia de las zonas turísticas es superior a la anunciada en los documentos ofrecidos por la agencia, pudiendo en todos estos casos exigir a la agencia el cambio de hotel o, en su defecto, una indemnización acorde a las irregularidades producidas.
Al contratar un paquete turístico, la principal responsable legal es la agencia de viajes, por lo que es ella quien debe dar solución a los posibles problemas sufridos por el usuario.
En caso de contratar un apartamento de temporada hay que tener en cuenta varios aspectos, como preguntar por las dimensiones, ubicación y particularidades de cada apartamento. A poder ser que nos muestren una foto, ya que la sorpresa al llegar al lugar podría ser mayúscula. Se pedirá también algún número de contacto al que poder acudir en caso de que el apartamento tenga algún desperfecto o surjan problemas.
Por otra parte, si tiene algún problema en el servicio (ya sea una consumición en un establecimiento hostelero, un viaje organizado, el desplazamiento en un transporte público) hay que exigir y cumplimentar la Hoja de Reclamaciones. Además, si en el transcurso de sus vacaciones le roban o pierde su tarjeta de crédito, debe anularla lo antes posible y denunciar su desaparición en una comisaría. La anulación de la tarjeta se realiza mediante una llamada a la entidad bancaria.
También es importante tener en cuenta que, como producto bancario, las tarjetas están protegidas con un seguro que se hará responsable de las contingencias que puedan producirse. En un caso de robo de tarjeta es necesario acudir a una comisaría, donde se encargarán de bloquearla y de cursar la correspondiente denuncia.
La denuncia policial es un documento oficial que recoge el día y la hora exactos de la pérdida. Un dato imprescindible para proceder a la reclamación y pedir responsabilidades a la entidad bancaria.
A su vez, CONSUMUR recomienda a los consumidores y/o usuarios que, ante cualquier problema, acudan a la asociación. En ella, recibirán información y asesoramiento de manera personalizada, a través de su sede social situada en calle Princesa, 2, 3ºB, así como del Teléfono de Atención al Consumidor y Usuario ‘968223082’ y la web ‘http://consumur.org’.