Trabajadores de la hostelería protestarán ante el MWC el primer día de congreso
BARCELONA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) –
El secretario general de UGT de Catalunya, Camil Ros, ha augurado que 2017 será un año de “movilización y conflicto” desde el ámbito de cada centro de trabajo hasta sectorial y general ante la negativa patronal a subir salarios y mejorar las condiciones laborales pese a la mejora de la economía.
En su intervención en el comité nacional de UGT de Catalunya, máximo órgano de decisión entre congresos, ha visto “mala fe” en la patronal por su negativa a acordar una subida salarial de entre el 1,8% y el 2%, ya que ha defendido que sería mantener el poder adquisitivo de los trabajadores después de que hayan mejorado las cuentas de resultados empresariales.
Ha visto lógico el reparto de la riqueza y ha insistido en que la renta del capital ha recuperado los niveles precrisis de 2007, mientras que la renta del trabajo sigue por debajo, con un diferencial de 7.000 millones de euros, y las condiciones laborales precarias “se cronifican” pese a haber salido de la crisis a nivel macroeconómico.
Ros ha reivindicado empleos dignos y un mayor incremento del salario mínimo: “700 euros no es suficiente para vivir de manera digna”.
En este contexto, trabajadores de la hostelería y multiservicios se concentrarán el lunes a la entrada del Mobile World Congress en el día de su apertura para protestar e informar de su precariedad laboral.
FALTA DE DIÁLOGO DEL GOVERN
Ros ha lamentado que el Ejecutivo catalán está centrado en el proceso independentista mientras sigue bloqueada la negociación laboral del sector público, y también ha puesto como ejemplo de falta de diálogo el anuncio de cierre inminente de la cárcel Modelo de Barcelona: “Debe haber negociación, no es suficiente con decir que se mantendrán los puestos de trabajo”.
Respecto al funcionamiento interno de UGT de Catalunya, ha abogado por la renovación de los procesos organizativos y por incrementar los ingresos propios y la afiliación ante la caída de las subvenciones públicas.
Actualmente, el 82% de los ingresos del sindicato ya son propios, y en 2016 aumentó 2.000 afiliados, aunque sigue afrontando una deuda importante, de unos cinco millones de euros, aunque llegó a ser de más de 10 millones –que es el presupuesto anual de UGT de Catalunya–, ha indicado Ros en declaraciones a la prensa.